La
Guancha se sitúa en la fachada norteña de la isla, supone una estrecha franja
rectangular que discurre desde la zona cumbrera hasta el mar, muy similar en
sus proporciones al vecino pueblo de San Juan de la Rambla.
Precisamente los
barrancos de La Cantera y Don Bruno sirven de divisoria con dicho municipio
hacia el este, a través de una línea que continúa rectilínea hasta la base de
La Montaña Negra. Al oeste, los cauces de Las Ánimas, La Gotera y Abrunco
marcan la linde con Icod de los Vinos y una línea recta, en torno a 2000 metros
de altitud, lo separa de La Orotava por el sur.
La costa, muy recortada, se presenta
acantilada, con algunas playas de callaos.
Aunque se aprecia la presencia de
materiales volcánicos de carácter sálico, de mayor antigüedad (segundo ciclo
volcánico), la mayor parte del territorio está cubierto por emisiones sálicas
(fonolitas) recientes (pocos miles de años.) Su origen estaría en la zona
central de la isla.
Aparece así un relieve en pendiente,
que tiende a suavizarse a medida que se desciende hacia el litoral. Esta
disposición topográfica y la orientación a barlovento del Alisios,
determinan claramente, desde la costa,
más árida, a la zona de inversión, en la medianía, con presencia del mar de
nubes y, por último, el área cumbrera. Precisamente la capital municipal, que
constituye el núcleo más poblado, se sitúa en torno a los 500 metros de
altitud.
El pinar es la masa vegetal mejor
representada, pues la vegetación natural ha sido sustituida por los cultivos en
pisos inferiores
(Pista forestal en el monte de La Guancha)
De esta forma, los enclaves de monteverde son escasos,
quedando reducidos a los lugares menos aptos para la agricultura. Aparecen así
áreas de regadío (plataneras) en las tierras bajas, mientras que el secano
domina en la medianía, con predominio de las papas y de la viña.
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