Desde
el campamento de los conquistadores, establecido donde hoy están Los Realejos,
partieron varios grupos para tomar posesión de las tierras. En su camino,
hallaron un terreno pedregoso, escaso de agua, excepto en el sitio de lo que
hoy es Santa Catalina.
A estos lugares llegaron varias
familias, principalmente de Gran Canaria y varias de ellas de origen portugués,
que al paso del tiempo edificaron una ermita en Santa Catalina (1510.) Este
núcleo fue extendiéndose hasta llegar al lugar donde un grupo de soldados al
mando de Alfonso Fernández de Lugo encontró a una bella aborigen que llenaba de
agua su gánigo (vasija de barro) en una fuente. El capitán se quedó prendado de
la belleza de aquella mujer, ordenó a sus soldados su captura y la aborigen
viéndose presa, se lanzó al barranco antes de ser capturada.
En honor a ella, los conquistadores
bautizaron el lugar con el nombre de “Fuente de La Guancha”.
Constituida La Guancha en municipio,
se edificó el Ayuntamiento, La Alhóndiga, caserón incendiado en 1888 y
perdiéndose una valiosa documentación.
Este municipio vivió muy
aislado hasta los años treinta del siglo pasado, cuando en 1931 llega la carretera de Icod al casco del pueblo,
abriéndose desde entonces al progreso.